domingo, agosto 16, 2015

La nebulosa del Cangrejo por el Hubble


La imagen de hoy nos muestra el caos dejado por el estallido de una estrella (clic en la imagen para ampliarla a 960 x 960 píxeles o verla aún más grande).

La nebulosa del Cangrejo, la secuela de una supernova observada en el año 1054 de nuestra era (*), está repleta de filamentos misteriosos.

Los filamentos no sólo forman una red extraordinariamente compleja (en la imagen de la derecha), sino que además parece que contienen menos materia de la que fuera expulsada en la supernova y se desplazan a una velocidad mayor a la esperada.

La imagen mostrada arriba, tomada por el Telescopio Espacial Hubble, es una composición de tres colores especialmente elegidos por su interés científico.

La nebulosa del Cangrejo o M1 cubre un campo de unos 10 años-luz de extensión. En el mismo centro de la nebulosa se encuentra un púlsar (aquí se reproduce el sonido del púlsar), una estrella de neutrones tan masiva como el Sol pero con apenas el tamaño de una ciudad pequeña.

El púlsar del Cangrejo gira sobre sí mismo al asombroso ritmo de 30 veces por segundo.

Una animación (36 seg.) que reconstruye la explosión de la supernova que dio origen a la nebulosa del Cangrejo o "Crab Nebula", observada en el año 1054 de nuestra era por chinos y japoneses. También se cree que fue observada por nativos norteamericanos. El astrónomo irlandés Lord Rosse observó la nebulosa en 1844 con un telescopio de 36 pulgadas y a partir del aspecto que tenía en uno de sus dibujos comenzó a ser llamada la nebulosa del Cangrejo.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 16 de agosto de 2015. Esta página ofrece todos los días una imagen, fotografía o video del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen: NASA, ESA, J. Hester, A. Loll (ASU).

(*) Supernovas y remanentes de supernovas

Aproximadamente cada 50 años una estrella masiva de nuestra galaxia vuela en pedazos en una explosión de supernova (ver videos y animaciones). Las supernovas son uno de los acontecimientos más violentos del universo y la fuerza de la explosión genera un destello cegador de radiación y ondas expansivas similares a un estampido.

Inicialmente se había clasificado a las supernovas de acuerdo con sus propiedades ópticas. Las supernovas del Tipo II muestran pruebas evidentes de hidrógeno en los desechos en expansión eyectados en la explosión, algo que no ocurre con las supernovas del tipo Ia. Investigaciones recientes permitieron refinar dichos tipos y, en consecuencia, se propuso una clasificación que tomara en cuenta los tipos de estrellas que dan lugar a las supernovas. Una explosión del Tipo II, así como las de Tipo Ib y Tipo Ic, se producen por el colapso catastrófico del núcleo de una estrella masiva. Una supernova del Tipo Ia ocurre por una súbita explosión termonuclear que desintegra una estrella enana blanca.

Las supernovas del Tipo II se producen en regiones con muchas estrellas jóvenes y brillantes, tales como los brazos espirales de las galaxias. Al parecer no ocurren en las galaxias elípticas, cuya población dominante está compuesta por estrellas antiguas de poca masa. Puesto que las estrellas jóvenes y brillantes son típicamente estrellas con una masa 10 veces más grande que la del Sol, esta prueba, entre otras, permite concluir que las estrellas masivas producen las supernovas del Tipo II.

Algunas supernovas del Tipo I comparten numerosas características con las supernovas del Tipo II. Tales supernovas, clasificadas como Tipo Ib y Tipo Ic, se diferencian al parecer de las del Tipo II porque han perdido su envoltura externa de hidrógeno antes de la explosión. La envoltura de hidrógeno pudo haberse perdido debido a una vigorosa emisión de materia anterior a la explosión o porque fue arrancada por una estrella acompañante. Más información (en inglés).

Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace ocho equinoccios, unos 45 mil tweets ilustran y amplían las más de 4200 entradas publicadas en el blog desde su inicio, en mayo de 2004. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de dos mil novecientos.