lunes, mayo 25, 2009

Diez cosas que no sabías sobre el Hubble (5)

El transbordador espacial Discovery partió el 24 de abril de 1990 hacia el espacio llevando a bordo un objeto revolucionario: el Telescopio Espacial Hubble. A la fecha era el telescopio óptico más grande y más sensible lanzado al espacio y, aunque en un principio no funcionó correctamente, no tardó en tomar algunas de las imágenes astronómicas más asombrosas y hermosas de todos los tiempos.

Cuando se diseñó al Hubble se tuvo en cuenta que éste pudiera ser actualizado periódicamente y al tiempo que se publican estas líneas los astronautas del transbordador espacial Atlantis (STS-125) están por instalar dos cámaras nuevas, además de reparar otras dos y reemplazar toda una serie de piezas del Hubble. Como la presente misión de mantenimiento del telescopio es la última prevista, éste parece ser un buen momento para escribir sobre el Hubble.

Además aunque posiblemente sea el telescopio más famoso del mundo —y casi podría asegurarse que es el único que la gente conoce por su nombre— aún así es muy probable que haya varias cosas acerca del Hubble que sorprenderán a más de un lector. Estas razones impulsaron a Phil Plait a publicar diez breves entradas sobre este venerable telescopio, como en su momento lo hizo con la Galaxia de la Vía Láctea y Plutón. Por supuesto, nadie subestima a los seguidores del blog y los hay muy versados en todo lo que tenga que ver con la astronomía. Sin embargo, hay muy buenas razones para creer que ninguno conocerá todas y cada una de las cosas tratadas en las diez secciones de esta serie —a menos, claro está, que haya operado el telescopio—, más aún cuando Phil Plait contará su propia experiencia con el observatorio. La serie promete ser muy interesante. Como ocurrió con las series anteriores, iré traduciendo y publicando las secciones durante los próximos días.


El Hubble no puede ver los módulos de descenso de las Apollo abandonados en la Luna

Hay una pregunta que la gente suele hacer muy seguido, al menos una vez por mes: ¿por qué no apuntan con el Hubble a la Luna y toman fotografías de las áreas de alunizaje de las Apollo, así le cierran la boca a los que creen que las misiones tripuladas a la Luna fueron falsas?

Podría decirse que no se hace eso es porque la gente de la NASA y los astrónomos tienen cosas mejores que hacer que tratar de probar algo muy obvio a unos individuos que de todas maneras van a decir que las fotografías presentadas como pruebas son falsas.

Pero también hay otra razón de peso: porque el Hubble no puede ver los objetos abandonados por el hombre en la Luna. Son demasiado pequeños.

Mucha gente se sorprende al enterarse de esto último, ya que están acostumbrados a ver imágenes muy detalladas de nebulosas y galaxias. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que mientras esos objetos pueden estar muy lejos, también son enormes: pueden medir tanto como algunos años-luz de ancho o, incluso, miles de años-luz. Por el contrario, los restos de los naves que descendieron en la Luna apenas miden 4 m.

¿Pero acaso no está la Luna mucho más cerca? Sí, claro que está cerca, pero no lo suficiente.

Para calcular el tamaño de un objeto que un telescopio puede resolver —esto es, ver algo más que un píxel— es suficiente con un poco de álgebra elemental. Depende, en lo fundamental, del tamaño del espejo que utiliza el telescopio. Al Hubble le corresponde un medida angular de alrededor 0.1 arcosegundos, un medida muy pequeña. La Luna mide 1800 arcosegundos, por lo tanto 0.1 arcosegundos es igual a unos 200 m en la Luna. En otras palabras, para que el Hubble pueda ver un objeto en la Luna, éste tiene que ser un poco más grande que un estadio de fútbol.

El módulo de descenso lunar tiene un tamaño aproximado de 0.002 arcosegundos, muy por debajo de la capacidad de cualquier telescopio normal. Puede sorprender, pero es así. Entonces, la mejor forma —y única— de ver los objetos dejados por las misiones Apollo es volver a la Luna. Por supuesto, los conspiranoicos seguirán negando todo. Su negativa a admitir la realidad tiene proporciones cósmicas.

Fuente: Bad Astronomy Blog (en inglés).

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