sábado, abril 25, 2009

Triple conjunción en el atardecer del domingo

Mañana, domingo 26 de abril de 2009, habrá una triple conjunción al atardecer. Aunque será difícil verlo integralmente desde Buenos Aires, mejorarán las condiciones en localidades ubicadas más al oeste del continente. Primero se verá la Luna en el cielo occidental, con un fino creciente iluminado por la luz solar de apenas el 5 por ciento. El resto del disco lunar se verá también, aunque tenuemente, debido a la luz cenicienta de la Tierra.

Poco después de que aparezca la Luna, se materializará Mercurio, justo debajo del satélite de la Tierra. El planeta más cercano al Sol salió del resplandor solar hace pocos días, como si hubiera estado esperando por este encuentro con la Luna. A simple vista Mercurio se ve como una estrella rosada de primera magnitud. Sin embargo, el planeta no tiene ese color, sino que lo vemos así porque brilla a través de las capas más bajas y polvorientas de la atmósfera terrestre. Hasta con un telescopio pequeño es posible distinguir un arco iluminado en el disco del planeta, ya que al igual que Venus y nuestra Luna, Mercurio se nos muestra en fases.

Hasta este pájaro observa atentamente. Debajo suyo Mercurio se prepara para la conjunción. Crédito de la imagen: Dennis Put de Brielle, Holanda (clic en la imagen para ampliarla).

El último componente de la conjunción, las Pléyades, se hará esperar un rato, hasta que la vista se adapte a la oscuridad. Las Pléyades, también conocidas como las "Siete Hermanas", es un cúmulo de estrellas jóvenes y azules que se encuentra a unos 100 años-luz de la Tierra. En la conjunción de mañana estarán ubicadas a mitad de camino entre la Luna y Mercurio. Las estrellas más brillantes del cúmulo sólo son de segunda magnitud, nada espectacular por cierto. No obstante, las Pléyades llaman poderosamente la atención a pesar de su poca luminosidad. Todas las culturas antiguas —como la griega, maya, azteca, la maorí, entre otras— incluyeron a dicho cúmulo en sus mitos y leyendas. Mañana podrán averiguar la razón.

Tanto la Luna, como Mercurio y las Pléyades son visibles a simple vista, incluso con contaminación lumínica urbana. Esto no quiere decir que no usen prismáticos si los tienen. Una rápida mirada al trío estelar podrá revelar la rugosa superficie de la Luna con mucho detalle, los ricos tonos rosados de Mercurio y muchas más hermanas que las mencionadas siete estrellas del cúmulo, ya que en realidad hay cientos de estrellas en las Pléyades.

Fuente: Space Weather (en inglés).