viernes, diciembre 21, 2007

Acerca del porcentaje del cerebro que usamos (en teoría)

En Mitos médicos, un artículo que apunta contra un conjunto de creencias infundadas pero muy difundidas y repetidas —tanto por médicos como por el público en general—, encontré una que me interesó en particular: la creencia que sostiene que sólo usamos el diez por ciento de nuestro cerebro. Si no me falla la memoria, al menos la discutí tres veces este año, en situaciones y ámbitos diferentes: mi argumento consistía en señalar algunos de los puntos detallados más abajo —pero no todos, así que ahora estoy en mejores condiciones—, mientras que las respectivas contrapartes no sabían, en realidad, cuál era el origen o el fundamento de su creencia.

Según los médicos autores del artículo, la creencia en el uso parcial o menor del cerebro habría surgido a principios del siglo XX en grupos que propiciaban el poder de la autosuperación y el aprovechamiento de habilidades no realizadas y latentes. Ajá, huele a espiritismo.

Esto es lo que afirman los médicos (*):
Las pruebas surgidas a partir de estudios de daños cerebrales, imágenes cerebrales, localización de funciones, análisis microestructural y estudios metabólicos, muestran que la gente usa mucho más que el diez por ciento de su cerebro. Los estudios realizados en pacientes con daño cerebral indican que el daño a casi cualquier área del cerebro tiene efectos específicos y perdurables en las capacidades mentales, vegetativas y de comportamiento. Estudios llevados a cabo en numerosos tipos de imágenes cerebrales muestran que ningún área del cerebro está completamente inactiva u ociosa. Las numerosas funciones del cerebro se ubican en regiones muy precisas, con diferentes tareas asignadas a diferentes regiones anatómicas. Por otro lado, investigaciones detalladas del cerebro no han podido identificar al noventa por ciento "que no funciona". Incluso el análisis en el micronivel, en el cual se aislan las respuestas de neuronas individuales, no revela intervalos o áreas inactivas. Estudios metabólicos, dedicados al seguimiento del índice diferencial del metabolismo celular en el cerebro, no revelan áreas en estado latente.
En conclusión, es cierto que usamos mucho más del diez por ciento de nuestro cerebro. Ahora bien, hay una pregunta que surge con cierta naturalidad: ¿en qué usa la gente la casi totalidad de su cerebro? Sin dudas habrá respuestas muy diferentes según cada cual pero a juzgar por el estado del mundo, el resultado no es muy alentador.

(*) El aparato crítico del artículo es extenso pero no parece ser accesible desde la Red.

Vía Hot Links (enlaces en inglés).